miércoles, 11 de enero de 2012

¿Libertad para negar?

Bueno, habiendo calentado manos (y pies) de este terrible frío que azota, dispuesto a limpiar de telarañas la página; abandonada la pobre durante estas navidades, vuelvo a escribir mis divagaciones. Y es que con las ideas congeladas, los dulces y la vaguería en general de las fechas, que decir...

El motivo de ello, casual por supuesto, es el reinicio de las clases. Por partida doble, toca darle caña a la materia gris; y además, en un tema que desconocía por absoluto y que me ha suscitado un especial interés:

El caso trataba básicamente de un librero de Barcelona, acusado y condenado PENALMENTE por difundir textos negacionistas del Holocausto (luego explico por si acaso) y pro-nazis en general. El demandado acudió al Tribunal Constitucional en defensa de su libertad de opinión y de expresión, y en 2007, consiguió que se declarara parcialmente inconstitucional el artículo 607.2 del Código Penal. Desde entonces en España, al contrario que en el resto de Europa, dejó de ser delito difundir doctrina negacionista.

Brevemente, para explicar el negacionismo del Holocausto, explicaré lo que és el revisionismo histórico. El revisionismo forma parte de la história. Haciendo uso del método científico, pretende darle una segunda lectura a los hechos históricos a la luz de nuevos conocimientos o de una separación en el tiempo que nos dota de una mayor objetividad. El negacionismo es el lado oscuro pseudocientífico del revisionismo. Los negacionistas defienden la inexistencia del Holocaústo judío durante el régimen Nazi. Las argumentaciones son variadas, unas más acertadas y otras menos. En cualquier caso, recomiendo a cualquiera documentarse sobre el tema (aunque sea Wikipedia), pues és impresionante el poder de convicción, en base a la generación de duda razonable, que pueden desplegar estas peligrosas ideas sobre personas no antisemitas.



Y volviendo al caso mencionado... ¿debería ser ilegal la difusión del negacionismo? A mi me parece un asunto complejo, de hecho, 4 o 5 magistrados del Tribunal Constitucional votaron contra la resolución del resto. Es decir, que ni siquiera la propia Cámara tenía claro que era lo correcto. Opinaban que ponían en peligro nuestro régimen democrático y que debian limitar los derechos a la libertad de opinión y expresión.
¿Són peligrosas para nuestra sociedad la difusión de estas ideas? La Constitución defiende el pluralismo cultural e ideológico.
¿Debe proteger la Constitución la libertad de expresión de quienes son contrarios al pluralismo?

Yo opino que SI. Hay por ahí una frase famosa cuyo autor no recuerdo que dice "Quien sacrifica su libertad por seguridad, no merece tener ni una cosa ni otra"

Aquí dejo la questión.

2 comentarios:

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